Siete factores para prevenir la enfermedad de Alzheimer
Si la gente siguiera siete factores de estilo de vida se podrían evitar tres millones de casos de Alzheimer en el mundo, afirma una investigación.
Tal como señalan los investigadores de la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos, la mitad de los casos de enfermedad de Alzheimer en el mundo se deben a estos siete factores.
Y basta reducir su incidencia en 25% para poder prevenir tres millones de casos en el mundo.
Los detalles de la investigación aparecen publicados en la revista The Lancet y fueron presentados en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer que se celebra en París.
Factores modificables
Aunque no se conocen con precisión las causas del Alzheimer -la forma más común de demencia- los estudios han demostrado que diversos factores están vinculados a la enfermedad, incluidos los factores genéticos, la edad y el estilo de vida.E investigaciones en el pasado han revelado que hay varios factores de riesgo que pueden modificarse para prevenir la enfermedad, como por ejemplo los trastornos cardiovasculares, los niveles de actividad física y la estimulación mental y la dieta.
Hasta ahora, sin embargo, no era claro hasta qué punto una persona puede evitar la enfermedad modificando alguno de estos factores de riesgo.
Los siete factores
- Más actividad física
- No fumar
- Una dieta sana
- Controlar la presión arterial
- Prevenir la diabetes
- Combatir la depresión
- Mejorar la educación
Con el modelo calcularon el porcentaje global de casos de Alzheimer que podían atribuirse a diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo, depresión, bajos logros educativos e inactividad física.
Los resultados mostraron que la mitad de los casos de la enfermedad en el mundo parecen deberse a estos factores modificables de estilo de vida.
El factor que parece causar el mayor porcentaje de casos de la enfermedad, dicen los investigadores, es la baja educación (19%), seguido por tabaquismo (14%), inactividad física (13%), depresión (11%), hipertensión de mediana edad (5%), obesidad de mediana edad (2%) y diabetes (2%).
Juntos, estos siete factores de riesgo contribuyen a 17,2 millones de casos de Alzheimer en el mundo, el 51% de los casos globales de la enfermedad.
Y si la incidencia de estos factores se redujera 25%, se evitarían tres millones de casos, revela el estudio.
Emergencia global
"Nos sorprendió encontrar en nuestro modelo que factores de estilo de vida como la baja educación, la inactividad física y el tabaquismo parecen contribuir a un número mayor de casos de Alzheimer que las enfermedades cardiovasculares", expresa la doctora Deborah Barnes, quien dirigió el estudio."Pero esto sugiere que los cambios relativamente simples en el estilo de vida pueden tener un impacto dramático en el número de casos de Alzheimer a lo largo del tiempo", agrega.
"Esto sugiere que los cambios relativamente simples en el estilo de vida pueden tener un impacto dramático en el número de casos de Alzheimer a lo largo del tiempo"
Dra. Deborah Barnes
Pero aún así, dicen los investigadores, estos cálculos son una "suposición importante" y cualquier cosa que ayude a prevenir la enorme carga de salud de la demencia es positiva.
"La enfermedad de Alzheimer es una emergencia global, y debemos acelerar el descubrimiento de métodos para detectarla y prevenirla ahora" afirma el doctor William Thies, de la Asociación de Alzheimer.
"Los cálculos del costo global de la demencia son de US$604.000 millones, unos US$183.000 millones sólo en Estados Unidos".
"Las muertes por la enfermedad de Alzheimer se están incrementando cuando las muertes por otras enfermedades están disminuyendo" dice el experto.
Y agrega que "el Informe Mundial de Alzheimer 2010 de Alzheimer's Disease International asegura que la demencia está afectando significativamente cada uno de los sistemas de asistencia social y de salud en el mundo, y los costos de la demencia seguirán aumentando".
Según este mismo informe, hay unos 35,6 millones de casos de demencia en el mundo.
El ejercicio "ayuda" contra la demencia
Dominic Hughes
Se sabe que el ejercicio físico, como caminatas ligeras, sesiones moderadas en el gimnasio o incluso bailar, pueden ayudar a las personas a enfrentar el devastador impacto de la demencia.
Desvelar los misterios de esta enfermedad neurodegenerativa que cada vez es más común en el mundo es clave para poder encontrar tratamientos para curarla.
Y aunque existen fármacos que pueden retrasar su progresión, hay preocupación por la prescripción excesiva de estos medicamentos, muchos de los cuales son antipsicóticos.
Gimnasio especial
Redholme es una residencia para pacientes con demencia en la ciudad de Liverpool, en el norte de Inglaterra, cuya base terapéutica es el ejercicio.Los pacientes, todos con un buen estado de salud física, son sometidos a sesiones regulares de actividad en un gimnasio especialmente modificado para estos pacientes.
No hay grandes pesas. Se trata de levantar y empujar pesos muy ligeros, y todas las máquinas de ejercicio funcionan en base de un sistema hidráulico.
"No tiene tanto que ver con el movimiento y el uso de los músculos, sino que la base es la estimulación", explica Peter Black, quien forma parte del personal de Redholme.
"Al final de la rutina, los pacientes no salen de aquí con dolor muscular. Más bien salen sonriendo, bromeando, mirándose unos a otros y sintiendo mucha más confianza en sí mismos".
"No tiene tanto que ver con el movimiento y el uso de los músculos, sino que la base es la estimulación"
Peter Black, residencia Redholme
David Dyer es uno de los pacientes, un hombre de aspecto físico imponente.
Los tatuajes en sus brazos son un recuerdo de su época en el ejército y en el servicio penitenciario.
Ahora es residente de Redholme e, igual que muchas otras personas con demencia, ha sufrido periodos de confusión y agitación e incluso de conducta agresiva hacia el personal.
Pero las sesiones de gimnasia parecen haberlo calmado, además de convertirse en una parte entretenida de su rutina, según dice Dyer.
"Es un buen método para reforzar distintos músculos y puedes llevarla a cabo hasta el punto que lo desees", añade.
Además, completa, "te ayuda a mantenerte en un buen estado físico, aunque no es algo que quiero hacer todos los días".
Redholme ha recurrido a las rutinas de gimnasio en durante los últimos dos años.
Diferencia "enorme"
Los expertos subrayan que esto sólo es adecuado para las personas que están en la llamada fase media del trastorno, antes de que la incapacidad física se vuelva grave."Hemos tenido un número reducido de caídas, pero nos hemos dado cuenta de que cuando las personas se caen no se rompen una extremidad, porque ponen las manos para reducir el impacto y salvarse. Es como si tanto los hombres como las mujeres hubieran aprendido a caerse".
"Asimismo, hemos reducido su medicación. Muchos de los pacientes estaban tomando fármacos antipsicóticos antes de empezar a usar el equipo. Creemos que ahora experimentan un sentido de bienestar, lo cual es una enorme mejora".
Por su parte, David Lowery, psicólogo del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), está evaluando el impacto del ejercicio moderado en la conducta y los síntomas de la demencia.
"Algunas de las teorías están basadas en que el ejercicio la actividad física regula el ciclo del sueño y la vigilia, reduce el estrés o quizás mejora el flujo de oxígeno al cerebro", dice el experto.
"Quizás es la propia estimulación la que está ayudando al cerebro a evitar la degeneración, la cual es uno de los factores clave en la demencia".
Una investigación con escáneres cerebrales revela que los pacientes que desarrollan enfermedad de Alzheimer presentan cambios en su cerebro años antes de que aparezcan los síntomas del trastorno.
Los expertos afirman que el hallazgo es evidencia clara de que el Alzheimer comienza a desarrollarse en la mediana edad y que el diagnóstico temprano podrá ser vital para dar al paciente un tratamiento efectivo.
En el estudio, llevado a cabo por científicos del Hospital General de Massachusetts y el Centro Médico de la Universidad de Rush, en Estados Unidos, participaron 65 pacientes, todos los cuales comenzaron la investigación con funciones cerebrales normales.
Durante el estudio, que siguió a los participantes durante 11 años, se tomaron escáneres de imágenes de resonancia magnética (IMR) para medir el grosor de regiones de su cerebro.
Adelgazamiento cerebral
Los resultados mostraron que 22% de los pacientes cuyos cerebros tenían un grosor promedio desarrollaron Alzheimer.Sin embargo, aunque ninguno de los pacientes que tenían los cerebros más gruesos desarrollaron el trastorno, 55% de los que tenían los cerebros más delgados sí lo sufrieron.
"Este estudio apoya la creciente evidencia de que los cambios asociados con la enfermedad de Alzheimer comienzan mucho antes de que los síntomas comiencen a aparecer"
Rebecca Wood
"Medimos esas áreas en individuos que no tenían síntomas y eventualmente determinamos que aquéllos que llegaron a desarrollar la enfermedad mostraron un encogimiento sutil mucho tiempo antes de que mostraron síntomas", agrega.
La investigación sugiere que puede tomar varios años antes de que este tipo de demencia produzca síntomas visibles.
Por lo cual, cualquier forma de tratamiento que se de al paciente debería comenzar en la mediana edad.
Por eso, dicen los expertos, el diagnóstico temprano de la enfermedad es esencial.
Tal como señala Rebecca Wood, de la organización Alzheimer´s Research Uk, "este estudio apoya la creciente evidencia de que los cambios asociados con la enfermedad de Alzheimer comienzan mucho antes de que los síntomas comiencen a aparecer".
"Sin embargo, fue un estudio pequeño y es necesario expandirlo para confirmar la precisión de los métodos utilizados para la predicción de Alzheimer", agrega la experta.
Fuente:BBC Salud