El "chú" ocurre durante la exhalación porque la mayoría de los músculos del cuerpo se contraen de forma refleja.
Esto obliga a cerrar la boca hasta que crece demasiado la presión en los pulmones y el aire se libera en una ráfaga.
Como la lengua presiona el paladar, el aire provoca un sonido de "ch", y con los labios fruncidos emerge la "ú".
El sonido que hacemos al estornudar se debe a las contracciones reflejas de los músculos.